El Error…
Que difícil, es reconocerle, aceptarle, levantar la cabeza y admitir ante aquella voz que dijo en infinidades de veces, que estabas equivocado.
Qué difícil es echar a volar el corazón, quitar las cadenas de los pensamientos, liberar el sentimiento, mirarse al espejo y ver el reflejo de tu propia mirada diciéndote que tantas personas te lo advirtieron.
Qué difícil es que bailen risas nerviosas en el ambiente que brotan de tus entrañas al reconocerte frente al dolor que sientes, por haber creído que podía ser diferente.
Y es como si la respuesta, la verdad que todos veían, menos tu, brotara una mañana inesperada desde el fondo de tu almohada, a sabiendas que siempre estuvo allí, pero no la reconocías, y una noche cualquiera se transporto a tu cerebro, pasando con un suave, pero profundo dolor a tu corazón.
Y con una lagrima colorida sobre el rostro, que arrastra el maquillaje de la verdad que ya no se oculta, por que los hechos, la vida, el cielo que te cubre, la tierra que te sostiene y la brisa de los arboles te gritan cometiste un “ERROR”
Siempre Anyhec
Qué difícil es echar a volar el corazón, quitar las cadenas de los pensamientos, liberar el sentimiento, mirarse al espejo y ver el reflejo de tu propia mirada diciéndote que tantas personas te lo advirtieron.
Qué difícil es que bailen risas nerviosas en el ambiente que brotan de tus entrañas al reconocerte frente al dolor que sientes, por haber creído que podía ser diferente.
Y es como si la respuesta, la verdad que todos veían, menos tu, brotara una mañana inesperada desde el fondo de tu almohada, a sabiendas que siempre estuvo allí, pero no la reconocías, y una noche cualquiera se transporto a tu cerebro, pasando con un suave, pero profundo dolor a tu corazón.
Y con una lagrima colorida sobre el rostro, que arrastra el maquillaje de la verdad que ya no se oculta, por que los hechos, la vida, el cielo que te cubre, la tierra que te sostiene y la brisa de los arboles te gritan cometiste un “ERROR”
Siempre Anyhec
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